CONFLICTOS RELACIONALES: EL CASTIGO DEL SILENCIO

EL CASTIGO DEL SILENCIO: OSTRACISMO

El silencio es el ruido más fuerte” (Miles Dans)

Ostracismo: acto de ignorar o no prestar atención. Además de excluir requiere ignorar.

En la antigua Grecia se utilizaba este término cuando se desterraba a algún ciudadano que amenazaba la estabilidad del Estado sin cargo alguno contra él.

Si trasladamos este término a las relaciones interpersonales de hoy día, seguro que percibimos parecidos. El castigo del silencio, retirar la palabra, hacer “como si no estuviera”. Este tipo de castigo es bastante frecuentemente utilizado tanto entre padres e hijos, parejas y amistades.

En nuestra clínica de psicología en Barcelona tratamos a muchas personas que sufren este tipo de castigo.

Se trata de un modo de chantaje emocional, una actitud pasivo-agresiva (se está castigando de manera indirecta e implícita), una agresión indirecta que es aún más dañina a veces que la directa ya que es susceptible de cualquier interpretación y deja a la persona que la recibe sin comprensión ni posibilidad de reparación. 

Veamos algunos aspectos claves de este tipo de contaminante emocional.

El manipulador que emite el castigo de dejar de hablar controla la situación, ¿qué consigue? ¿para qué? CAMBIAR LA CONDUCTA DEL OTRO, además de:

1. Poder.

Él decide cuando hablar y cuando no, por lo que siente que tiene el poder y el control de la situación. 

2. No asumir responsabilidades.

Es un modo de evitar hacer frente a situaciones ante la cual el emisor no tiene recursos o cree no tenerlos.

3. Someter. 

Quieren que el otro se someta, se doblegue, y haga lo que esa persona quiere que haga.

4. Castigar.

Para que no se vuelva a repetir determinadas situaciones que no sabe afrontar o que no quiere que sucedan, retira el habla para evitar futuras repeticiones de la conducta no deseada.

¿Qué características tiene esta persona que usa el castigo del silencio?

Inmadurez emocional. Esta persona carece de la inteligencia emocional necesaria para afrontar de una manera sana y adaptativa determinadas situaciones. 

Rigidez mental. Entiende que la realidad solo puede ser interpretada bajo su prisma y no acepta que hay diferentes razonamientos y alternativas para explicar los hechos, las conductas, etc.

Conservador. Suelen ser personas con firmes creencias arraigadas que seguramente provienen de su cultura y piensan que ese es el modo correcto de resolver un conflicto. 

Modelo de conducta incorrecto. Posiblemente esta persona aprendió mediante aprendizaje observacional que educar o relacionarse implicaba este tipo de conductas.

Falta de empatía. Estas personas suelen carecer de la capacidad de ponerse en el lugar del otro y percibir cómo se siente el otro con su conducta. Aunque valoren que el otro puede sufrir, piensan que es lo correcto para que su comportamiento cambie.

¿Qué consecuencias tiene para la persona que recibe el silencio?

1.Culpabilidad. 

La persona que recibe el castigo del silencio se suele sentir culpable y se plantea se ha hecho algo mal. Se puede generar una creencia de que hay algo malo en ellos, con lo que la autoestima se ve resentida.

2. Rumiaciones mentales. 

Dar muchas vueltas una y otra vez a la misma situación del pasado para tratar de averiguar dónde reside el problema o qué han hecho mal. La creencia sería “he hecho algo mal para recibir este castigo”.

3. Indefensión aprendida. 

Al tratarse de una práctica repetida que forma parte del repertorio conductual de la persona que lo emite, el que lo recibe siente que haga lo que haga no puede cambiar nada. Se siente indefenso y esto puede llevar a la pasividad y apatía.

4. Rabia.

La ira es una emoción que aparece cuando hay un obstáculo que nos impide conseguir nuestro objetivo. Si queremos comunicarnos con esa persona que se mantiene en silencio y no podemos, esto produce rabia y frustración. Además este tipo de castigos es injusto y desproporcional. 

5. Apatía, depresión, tristeza, escaso sentido de pertenencia. La persona se siente apartada, excluida. Si se mantiene en el tiempo puede experimentar los mismos procesos que en el duelo: shock, incredulidad, rabia, apatía, tristeza, hasta que llegue a la aceptación si asimila la pérdida y la integra.

¿Cómo actuar ante una persona que realiza el castigo del silencio?

Primero de todo ten claro que, NO DEPENDE DE TI, no te lo tomes personal. Esta persona ha aprendido a actuar así como forma de controlar la conducta de los otros. 

Segundo, NO TE LO MERECES. Nadie merece este tipo de castigo, con el afecto y la ignorancia no se juega. Igual que nada justifica el castigo físico, este tampoco. 

Tercero, imagino que puedes querer comunicarte con el otro. Para ver si esto es adaptativo piensa desde donde lo haces y para qué. Si es desde la culpa o porque crees que no eres capaz de sostener que el otro no te hable, ojo porque entonces refuerzas la conducta del silencio y como el otro obtiene tu atención la probabilidad de que se repita esta conducta tóxica en el futuro aumenta. Si es para comunicar cómo te sientes sin intentar cambiar al otro (algo que no depende de ti y por tanto es una fuga de energía) adelante.

Cuarto, pon límites. Explica con firmeza que este tipo de comportamientos no los vas a tolerar o simplemente actúa como tal. Hazlo desde la calma y buscando siempre momento oportuno y de la forma correcta. Recuerda que si actúas de manera impulsiva y visceral con tu parte primitiva, dos primitivos no se entienden, se producirá un enfrentamiento poco fructífero. No lo dejes pasar después como si no pasara nada, hay que poner fin a este tipo de conductas. 

¿En qué tipo de relaciones se usa esta conducta?

  • Padres e hijos. La más frecuente es en las relaciones asimétricas de padres e hijos. Los padres reproducen un patrón adquirido de crianza en el que el silencio es un modo de “educar”. Es un modo de señalar que el camino que siguen no es el correcto según los estándares del padre, se usa para que el otro haga lo que el padre considera adecuado. 
  • Relaciones de pareja. La comunicación puede ser deficiente en una relación de pareja. Se puede producir el efecto olla a presión en el que uno de ellos va guardando u callándose cosas que en un momento dado explota emitiendo una lluvia ácida hacia la otra persona y pudiendo retirarle el habla durante horas, días o meses, o toda la vida…
  • Amistades. 

¿Es lícito dejar de hablar y usar el silencio?

Cuando el silencio es una conducta pactada por ambos integrantes de la relación y se utiliza para que cada uno vuelva a estar en calma y no enfrentarse desde el primitivo, entonces es útil como medida de bajar la tensión emocional. Una vez que se encuentre el momento adecuado puede comentarse con calma lo sucedido.

En algunos momentos y con personas determinadas uno puede decir hacer limpieza relacional, terminar esa relación cerrándola de la mejor manera posible. En este caso, explica a esa persona tus razones, sentir, trata de perdonarle para que eso no quede en tu interior con rencor, valora los buenos momentos vividos, trata de cerrar el círculo.

Aprende que hay modos adaptativos de expresar al otro tu malestar. Acepta que hay modos diferentes de vivir, sentir y pensar y que en esa diversidad reside la belleza y variabilidad de la vida. Escucha las razones y sentir del otro con atención plena, sin interrumpir, sé compasivo. 

Si sientes que has recibido castigo del silencio y esto ha generado una herida emocional en ti que repercute en tu vida actual, podemos ayudarte. En nuestro centro de psicología en Barcelona disponemos de un equipo de psicólogos especialistas en cambiar mediante reprocesamiento emocional los conflictos relacionarles y sus creencias limitantes.

Hasta pronto y gracias por confiar en nosotr@s.

 

¿Puedo ayudarte?

Si necesitas hacernos alguna consulta, puedes ponerte en contacto conmigo sin ningún compromiso. Estaré encantada de antenderte.

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