Conflictos Relacionales y dificultades de vínculo
1.
Terapia para solucionar conflictos relacionales
Una relación es una dinámica de intercambio de emociones, pensamientos, aspectos físicos, materiales y sociales entre personas que se encuentran en un cambio constante. En el Centro Psicología Barcelona te preparamos para que superes los Conflictos relacionales y dificultades de vínculo puedes superar los problemas que suponen en una relación durante el día a día.
Vivir es vincularnos. Aunque los roces y las discusiones forman parte de nuestra vida diaria con los nosotros, a veces las relaciones se convierten en una fuente de estrés y malestar que precisa de ser tratado. Los problemas relacionales con nuestras parejas, amigos, familiares o compañeros de trabajo puede impactar de manera muy intensa en nuestro bienestar emocional causando ansiedad, depresión, alteraciones del sueño y del apetito, y otros síntomas asociados.
Aprender a comunicarnos y relacionarnos de una manera efectiva es esencial para poder tener una vida plena. Numerosos estudios apuntan a que gran parte de nuestra felicidad se asocia con el grado de satisfacción que tenemos en nuestras relaciones con los demás.
2.
¿QUÉ CAUSA LOS PROBLEMAS RELACIONALES?
Existen diversas causas que puede encontrarse en el origen de los problemas de relación.
- El vínculo de apego con nuestros cuidadores.
En la infancia establecemos vínculos de apego con nuestros cuidadores para poder sobrevivir y asegurarnos los cuidados básicos. Esta vinculación puede ser segura, o por el contrario puede ser ansiosa, ambivalente, desorganizada y evitativa. Esto supone la base de la manera en la que luego voy a establecer mis relaciones, incluso el tipo de parejas que me dan seguridad. Es algo esencial en el trabajo terapéutico para poder sanarnos.
- El estrés y los cambios vitales.
Los acontecimientos vitales que suponen una transición en nuestra vida como mucha carga laboral y responsabilidad, nacimiento de un hijo, separaciones, cambio de ciudad, cambios laborales, enfermedades, cuidados de familiares, duelos, problemas financieros, etc. generan grandes cantidades de cortisol y aumentan el estado de activación por lo que solemos mostrarnos más irritables, enfadados y menos tolerantes.
- Diferentes visiones y valores.
Las personas hemos crecido en diferentes entornos con distintas normas y valores. Lo que para uno es básico, el otro ni siquiera lo considera. Por eso es importante saber cuáles son nuestros propios valores y los de los otros. A la hora de relacionarse hemos de tener claro que somos personas diferentes, con visiones diferentes, mirando con compasión al otro sin rigidez. Eso sí, hay valores esenciales para uno que debemos de tener bien presentes y buscar personas con las que poder compartirlos para poder sentir que encajamos.
- Experiencias traumáticas.
El impacto emocional de todas las situaciones complicadas que hemos vivido en nuestras vidas puede generar heridas psicológicas que no se han resuelto. Las relaciones presentes pueden abrir esas heridas y nuestro dolor puede volver a surgir de la misma manera en la que lo vivencie en el pasado, muchas veces sin ser conscientes de ello. Por eso reprocesar los eventos del pasado es tan importante en la salud mental.
- Comunicación.
Comunicar tanto las cosas que nos agradan como las que nos molestan del otro, de la manera correcta y con un propósito justo, es esencial para que las relaciones fluyan de manera armónica. No comunicar lo que nos desagrada puede ir generando un conflicto cada vez mayor, y lo que me voy guardando para no molestar o crear tensión, termina siendo una enorme bola de nieve que genera tensión y rabia contenida. Es importante aprender a establecer diálogos de validación emocional, de respeto hacia el otro, poniendo límites de manera asertiva y comunicando nuestro sentimientos desde el afecto hacia la otra persona.
3.
¿EN QUÉ ME PUEDE AYUDAR LA TERAPIA PARA LAS DIFICULTADES RELACIONALES?
Primeramente se ha detectar el origen del problema. Los factores que se han nombrado en el apartado anterior: comunicación, vínculo, experiencias pasadas, rigidez, escasa empatía, diferentes visiones y valores, pueden ser el origen de las dificultades y conflictos en las relaciones.
El tratamiento en conflictos relacionales y dificultades de vínculo, puede ayudarte a:
- Comprender y ser compasivo contigo mismo y con el otro respecto a lo que sucede en la relación.
- Aprender a establecer una comunicación efectiva con la otra persona.
- Establecer los límites adecuados con los demás, saber decir NO y expresar y hacer valer tus propias opiniones y maneras de sentir y pensar.
- Afrontar las críticas de una manera saludable.
- Iniciar conversaciones, aprender habilidades sociales.
- Fortalecer la relación y aprender a aceptar al otro, o por el contrario, decidir no tener relación con esa persona.
- Clarificar si es una relación que os suma o resta, hay relaciones que son rescatables y otras a las que hemos de aprender a renunciar.
- Reprocesar e integrar todas las vivencias que me han impactado con esa persona para poder liberarme de las huellas que ha generado en mi.
- Desligarme emocionalmente de esa persona para no depender de ella en ningún sentido.
La manera de vincularnos se aprende a lo largo de la vida y no es algo simple. Lo esencial es conocernos y aceptarnos para luego poder modificar aquello que es susceptible de ser cambiado.
Podemos entrenarnos en recibir y gestionar las críticas, podemos entrenarnos en iniciar, mantener y sostener conversaciones, podemos llevarnos mejor con aquellos que nos rodean o prepararnos para soltar relaciones tóxicas que no nos aportan. A veces estas personas son miembro de la familia, hay que hacer un proceso para aprender a soltar y que nuestro comportamiento sea lo más saludable posible para mi, los demás y el mundo en su totalidad.
Podemos ayudarte a construir relaciones sanas y a liberarte de las que no lo son. Nuestro equipo de psicólogas online en relaciones interpersonales en Barcelona y mediante terapia a distancia se encargarán de ello.
4.
TIPS PARA MEJORAR TUS RELACIONES CON LOS DEMÁS
- Escucha de manera activa a las otras personas, lo que dicen y cómo lo dicen. Trata de retener aquellas cosas que son importantes para ellos.
- Expresa empatía, simplemente refleja a los demás lo que te están contando para que vean que los escuchas.
- Acepta los pensamientos y emociones de los otros aunque no te gusten o no coincidas con ellos.
- Observa el impacto que los otros producen en ti, cómo te hacen sentir, pensar y comportarte.
- Expresa a los otros las cosas que son importantes para ti y cómo te hacen sentir para que puedan conocerte.
- Intenta que los demás no condicionen tu comportamiento, actúa conforme a tus valores independientemente de los otros.