Tratamiento para las fobias

1.

¿QUÉ ES UNA FOBIA?

Una fobia es el miedo irracional e intenso hacia algo específico como una situación, persona o experiencia.

A lo largo de nuestra vida cualquier persona puede experimentar una fobia. Habitualmente la persona suele evitar aquello que le produce este miedo excesivo ya que a veces solo pensar en ello le produce una intensa ansiedad e interfiere en la vida diaria de la persona limitándola. Ejemplos comunes de fobias son a volar, conducir, espacios cerrados o multitudes, estar solo, oscuridad, enfermedades, agujas, insectos, dolor, social, hablar en público, etc. Si presentas cualquiera de estos síntomas, debes hacerle frente mediante nuestra tratamiento para los fobias

Es importante saber que los miedos son mecanismos de supervivencia que nos ayudan a adaptarnos al medio y sobrevivir. Lo que ocurre es que este miedo intenso y desproporcional surge actualmente ante situaciones que se perciben como una amenaza pero que no son un peligro actual. Es decir es una respuesta evolutiva que en el presente no nos sirve pero que el cerebro responde para protegernos (Gilbert, 2002).

Tratamiento para las Fobias | Maria García Gómez Psicóloga

2.

¿QUÉ SÍNTOMAS SON TÍPICOS EN LAS FOBIAS?

Los síntomas típicos de las fobias se dividen en síntomas físicos o fisiológicos, cognitivos o pensamientos y conductas o comportamientos evitativos.

  • Síntomas físicos o fisiológicos:

Sudoración, temblor de manos, bloqueos, mente en blanco, dificultades para concentrarse, molestias en el estómago, voz temblorosa, taquicardias.

  • Síntomas cognitivos o pensamientos:

“no me va a salir bien” “notarán que estoy nervioso” “me verán sudar “ “se están aburriendo” “me voy a quedar en blanco” “no entenderé lo que me pregunten” “se van a reír de mi” “soy ridículo” “estoy en peligro” “algo malo va a pasar” “no podré soportarlo”

  • Síntomas conductuales o comportamentales

Evitación de las situaciones temidas y a veces todo lo que se relaciona con ellas.

La ansiedad anticipatoria es típica en las fobias, es decir, no es necesario enfrentarnos a lo temido sino que solo imaginarlo, verlo en tv, hablar de ello o ver algo relacionado puede producir síntomas tanto físicos como cognitivos y despertar el mismo o más malestar que en el momento de afrontar la situación

3.

¿QUÉ FOBIAS SON LAS MÁS COMUNES?

Fobia social (ansiedad social)

Este tipo de fobia se caracteriza por un miedo muy intenso en situaciones sociales con otras personas donde se teme ser juzgado o ridiculizado por otros (Bögels & Stein, 2009).

Este miedo social interfiere y causa mucho malestar en las personas, situaciones típicas que generan este miedo son hablar en público, conocer gente nueva, o comer en público.

El miedo al rechazo y a experimentar ansiedad en estas situaciones limita la vida ya que se tiende a evitar estas situaciones sociales y la persona puede terminar aislada, con escasa vida social y son impedimentos para desarrollar su vida personal y laboral.

Agorafobia

La agorafobia es un miedo en situaciones donde salir, escaparnos de ella puede ser complicado o imposible (Wittchen et al., 2010).

La persona que sufre agorafobia evita las multitudes, espacios abiertos, o cerrados como aseos, aviones, trenes, o cualquier situación donde se sienta atrapado o sin ayuda.

Este miedo intenso puede limitar la vida de la persona llegando a estar recluido en casa o evitar ascensores, aseos públicos, aviones, etc.. de manera que no puede desempeñar con tranquilidad su vida normal.

Fobias específicas

Suponen un intenso e irracional miedo hacia un objeto o situación particular  (Wittchen et al., 2010). Cuando la persona piensa o se enfrenta a la situación temida, siente un miedo muy intenso y desarrolla comportamientos evitativos ante la  misma.

Habitualmente se produce una intensa ansiedad anticipatoria, es decir, antes de experimentar la situación la persona piensa en ella y ya puede experimentar grandes dosis de ansiedad y miedo.

4.

¿Cómo puede ayudarme la terapia para las fobias?

Estudios recientes evidencian que las fobias se producen por interacciones complejas entre predisposiciones genéticas, química cerebral y experiencias vividas sobre todo en nuestra infancia y a lo largo de la vida (Coelho & Purkis, 2009). Los estudios del cerebro muestran como se produce una gran actividad en la amígdala, una parte del cerebro encargada del procesamiento del miedo (Garcia, 2017). La terapia de EMDR (Reprocesamiento y Desensibilización a través del Movimiento Ocular), activa la amígdala para disminuir ese exceso de actividad que la persona con fobia experimenta.

En nuestro centro de psicología Barcelona te ayudamos con nuestra terapia que combina EMDR con las terapias de tercera generación en psicología siguen los siguientes pasos:

  1. Análisis funcional: Hacer un mapa de los síntomas con intensidad, frecuencia y cronología para detectar y ordenar todas las situaciones temidas.

  2. Puente vincular: conocer el origen de los síntomas haciendo un mapeo de las redes neuronales para establecer un puente entre tus síntomas presentes y su origen pasado.

  3. Instalación de recursos: detectar todos los recursos que necesitas para hacer frente a la situación temida e instalarlos con EMDR en las rutas de asociación del cerebro.

  4. Desensibilización de los síntomas: reducción del malestar físico, cognitivo y conductual mediante la Estimulación Bilateral.

  5. Reprocesamiento: generar nuevas asociaciones en las redes neuronales para procesar todos los miedos y situaciones que generan malestar, integrando el origen de los mismos de manera que tengamos una nueva visión de los mismos.

5.

TIPS PARA SUPERAR FOBIAS

  • Identifica tus miedos, cuando surgen, cuando aumentan, haz un listado y comienza por el que menos miedo te dé.
  • Ponte retos diarios para afrontar un poco cada día ese miedo que te has propuesto vencer.
  • Practica en imaginación como si fueras capaz de afrontar esa situación de manera calmada.
  • Escribe todos los momentos de tu vida donde te sentiste valiente o piensa en personas que los admires por su valentía.
  • Trata de pensar, sentir y comportarte frente al miedo como si fueras esa persona.
  • Cuando afrontes un pequeño miedo, pon la mano en tu abdomen y recuerda que la respiración siempre te estabiliza y te acompaña.
  • Prémiate cada vez que consigas superar un pequeño reto.

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