Existen una serie de comportamientos, emociones y modos de relacionarnos que son digamos insanos y que nos lleva a responder de manera desadaptativa ante el entorno. La vida de la persona se encuentra bastante afectada y le cuesta seguir su vida cotidiana ya que tiene una gran influencia en su funcionamiento diario.
Existen varias clasificaciones y los diagnósticos pueden tener diferentes características muy variadas, los más frecuentes son el trastorno límite de personalidad, paranoide, narcisista, obsesivo-compulsivo, histriónico, dependiente, evitativo, antisocial esquizoide y esquizotípico. En muchas ocasiones se dan síntomas de varios y se clasifica como trastorno mixto de personalidad.
Factores comunes suelen ser la inestabilidad emocional, los problemas relacionales, autolesiones, creencias distorsionadas de la realidad, ansiedad, impulsividad, problemas de autocontrol, problemas para seguir las normas.
Lo importante más allá de la etiqueta diagnóstica es realizar un perfil de aquello que concretamente a cada persona le interfiere para desarrollar su vida e intervenir con una serie de técnicas apropiadas para cada persona. En mi experiencia lo más importante es el deseo y voluntad de cambio de la persona, si la persona quiere cambiar puede hacerlo y lograr adaptarse a sus limitaciones pudiendo llevar una vida mucho más rica y funcional.