ESTILOS DE APEGO: RELACIONES AFECTIVAS

ESTILOS DE APEGO: DIME CÓMO TE RELACIONAS Y TE DIRÉ CÓMO TE CUIDARON

El vínculo de apego es nuestro pegamento emocional. El apego es un vínculo emocional, mental y conductual innato a los mamíferos que se establece entre la cría y su cuidador primario. Es la experiencia por la cual aprendemos a “pegarnos” a relacionarnos con los demás. 

Bowlby describió ya en 1969 los tipos de vínculos de  apego que existían en el ser humano para asegurar la supervivencia de la especie. Nuestro sistema motivaciones busca la proximidad para garantizarnos el afecto en momentos de sufrimiento y estrés. Posteriormente se ha ido demostrando que según sea esta vinculación inicial con nuestros cuidadores, luego se traduce en nuestro modo de relacionarnos cuando somos adultos, tanto en pareja (Hazan y Shaver, 1987) como socialmente. 

La base de tu manera de relacionarte y vincularte depende del apego que tenías con las personas que te cuidaban de pequeño. Aquellos que estaban más accesibles para ti y los que suponían una referencia, suelen ser los patrones que luego reproduces de adulto. 

Los traumas de apego repercuten además en el modo en el que te relacionas con tus emociones. 

La terapia EMDR esta avalada por la Organización Mundial de la Salud y por las guías clínicas internaciones de tratamiento del trauma. También se utiliza para tratar traumas de apego.

APEGO SEGURO: incondicionalidad. El niño sabe que su cuidador siempre va a estar ahí cuando lo necesite. El cuidador le proporciona cuidados para su supervivencia física y emocional. El niño se siente seguro para explorar el entorno ya que sabe que tiene la base sólida de su cuidador.

El adulto con este tipo de apego establece relaciones sanas de confianza y mutualidad, se enfrenta a las dificultades vitales y a las responsabilidades con seguridad. Se sienten seguros de ellos mismos y tienen una buena autoestima. 

APEGO ANSIOSO/AMBIVALENTE: inconsistencia. Los cuidadores a veces están disponibles para el niño y otras no, lo cuál genera inseguridad. El niño no se atreve a explorar con tranquilidad ya que no sabe si sus cuidadores responderán o no a sus necesidades por lo que tiene miedo a que se vayan y se aferra a ellos. 

Las consecuencias son ansiedad y angustia ante la separación. Este tipo de apego causa problemas en las relaciones interpersonales ya que esperan recibir más intimidad o vinculación de la otra persona. La dependencia emocional sería un ejemplo. Estas personas se aferran a las relaciones incluso cuando no son buenas para ellos. Tienden a sobre adaptarse para ser aceptados. 

APEGO EVITATIVO: no pueden contar con los cuidadores. Provoca conductas de distanciamiento ya que han aprendido que los demás no pueden cubrir sus necesidades. Suelen ser cuidadores deprimidos o muy ocupados con ellos mismos, no están disponibles para el niño. 

Genera una creencia desadaptativa: nunca voy a obtener lo que necesito, mejor no necesitar nada. Por ello se desconecta de los demás y de sí mismo. Tienen miedo a mostrar su vulnerabilidad y se sienten solos. 

De adultos tienden a la despreocupación ante la separación, distanciamiento emocional, rechazo a la intimidad, y autosuficiencia excesiva.

APEGO DESORGANIZADO: conductas negligentes de los cuidadores. Los cuidadores han sido agresivos o excesivamente críticos con el niño. Puede generarse en un ambiente de maltrato, insultos, peleas, abusos, adicciones, etc. Genera en el niño desconfianza o miedo ante la figura de apego. 

Las personas con este tipo de vinculación suelen tener conductas de evitación de la intimidad, rechazo a las relaciones, rabia y frustración. De fondo presentan un miedo a ser agredidos. Pueden fluctuar de conductas de dependencia a conductas agresivas, su manera de relacionarse es caótica. 

La terapia EMDR trata los vínculos de apego reprochando las experiencias de apego disfuncionales, negativas, insanas que hemos tenido. Cuando las recibimos nuestro cerebro de niño estresado no las podía procesar, pero desde el presente y con el terapeuta tu cerebro puede reinterpretar y reaprender otras maneras de interpretar el mundo y las relaciones. 

En nuestro centro de psicología en Barcelona somos expertas en tratar los vínculos de apego y nos encantará ayudarte de nuestra mano a sanar tu forma de relacionarte con los demás y contigo mismo.

¿Puedo ayudarte?

Si necesitas hacernos alguna consulta, puedes ponerte en contacto conmigo sin ningún compromiso. Estaré encantada de antenderte.

Fecha preferida*
Hora preferida*